Una racha de malos resultados, poco juego colectivo, una depresión en el rendimiento, lesiones por todos lados, son tristezas que todos los equipos de futbol en algún momento pasan, pero que de una u otra manera reflejan una realidad de un equipo.
Ante la depresión lo único que queda es la risa pues esta es el mejor antídoto, hay que reír frente a la adversidad, es mejor esperar que desesperar y hacer un llamado a la calma. Mala suerte, falta trabajo, y sobretodo quien meta goles, no podemos depender de un solo jugador arriba como Dorlan.
Viendo el rendimiento del equipo cada día se confirma lo que se sabe: los delanteros no embocan una, los defensas a excepción de Tula, pierden constantemente con balones aéreos, las franjas laterales son demasiado vulnerables, porque Calle y Diaz se preocupan más en atacar que en defender. Los volantes no marcan ni el viento, a excepción de Mejía que cada que juega mete las guevas que se necesitan. Los delanteros parecen haber perdido la brújula y la visión del arco, no embocan ni media.
Pocos jugadores se pueden rescatar dentro de este equipo, la mejor nómina del país sin lugar a dudas, pero con muchas dudas al jugar. No se tiene la claridad de épocas pasadas como lo fue el último campeonato o el bicampeonato del 2007.
Tres torneos que se tenían como meta al inicio de temporada, hoy con solo una abierta, la libertadores. Entonces que sea este el momento para levantar cabeza, apelar a la disciplina y al sacrificio por el equipo, a dejarlo todo no solo en los entrenamientos sino también en los partidos sea cual sea el torneo. A trabajar más en defensa y ataque con y sin balón, al análisis de los rivales, a meterle guevas y entrega a esta camiseta, a sudarla y dar la vida si es necesario por ella, porque tenemos que hacer respetar el equipo más grande del país.
A un estratega que sabe lo que es salir campeón y jugando de la mejor forma, a no dejar que el impulso le gane en los cambios, pero que sabe que las cosas se están haciendo bien.
Que se haga lo que tenga que hacer, pero no podemos seguir dando las ventajas que se han dado hasta ahora, hay que recuperar el terreno perdido, cambiando la imagen que se tiene, y recuperar la entrega y el sacrificio que el verde siempre ha dejado con resultados a favor. No solo en la libertadores sino en el ámbito local tanto en liga como copa.
Esta nómina no se trajo solo por el buen nombre sino para continuar con lo que siempre hemos tenido, el sentimiento y el orgullo de una familia. El buen espectáculo, el esperar los domingos para cantar y gritar las emociones que este equipo tiene para dar.
Volvamos a ese juego con seguridad y estilo que teníamos antes, reconozcan las debilidades e incrementen las fortalezas, dejemos el desespero y la soberbia de lado. El talento se tiene, falta esa puntadita final para lograr ser de nuevo el equipo vistoso y querido de antes. Humildad ante todo, y recobrar la confianza que se perdió. Lo demás llegará poco a poco.
No hay comentarios:
Publicar un comentario