Por: Pablo Enrique Bohórquez Duque
El olor a caña, arepa de queso y el sonido de la música popular, que proviene de una joven mujer que baila mientras los demás brindan con cervezas, tejido de sacos, bromas, tatuajes hechos en jagua y los juegos de lógica, son solamente un pequeño paisaje de lo que cada año se vive en cada fiesta artesanal en la ciudad de Pereira.
El Parque de Banderas y la peatonal de la 18 son sinónimo de la galería artesanal, que reúne a pereiranos y turistas, atrayéndolos con los objetos más particulares de la región.
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